Se usa para señalar a esa peña que va de fina, de señorito de alta alcurnia, pero luego es más cutre que el pan de molde barato. Presume de clase, de contactos y de saber estar, aunque en realidad es un tieso con modales reguleros. Es como un marqués de pega, de esos que dan más risa que respeto, y hay que admitir que tiene su gracia.
"Mira al Juancho, llega al chiringuito con chaqueta al hombro, saluda como si fuera el duque de Santander y luego no paga ni una rabas ni una ronda, menudo vil marquesito de pacotilla."