Se usa cuando alguien presume a lo loco, exagera lo que tiene o lo que hace y lo pinta como si fuera la última maravilla del mundo. Es como armar todo un show para vender humo, puro cuento y cero sustancia. Suena muy de pueblo, muy de plaza, y la verdad es que tiene bastante gracia usarla.
"Ese man llegó a la reunión vendiendo patacones con su negocio milagroso, que ganaba millones y trabajaba dos horas, y al final era una pirámide toda chimbiada."