En Carabobo decir que alguien anda como un velero es que va por la vida relajado, sin apuro y sin un rumbo muy claro. No se complica, deja que todo fluya y que el viento decida por dónde tirar. A veces suena a envidia sana, porque mientras uno suda la gota gorda, el otro va chill como si nada.
"Mira a Juancho, desde que se ganó esa rifa anda de velero por la vida, ni trabaja, ni estudia, ni responde mensajes, el pana vive más relajado que hamaca en porche."
En Yucatán, 'velero' se utiliza irónicamente para referirse a una persona lenta o pausada en su manera de hacer las cosas, como si anduviera a vela en un mundo de motores.
"¡Apúrate, velero! A este paso vamos a llegar para la otra Navidad."
En Sucre, decir que alguien es un 'velero' significa que está más desorientado que un mosquito en un ventilador. Se usa para describir a personas que siempre están confundidas o perdidas.
"Mira a Juan, dejó las llaves del carro en el puente otra vez. Ese man sí es un velero."