Se suelta cuando algo es un caos tremendo, un follón de los buenos, como una vendimia a tope con todo el mundo corriendo entre viñas, remolques y cajas de uva. Sirve para quejarse con un poco de guasa cuando la situación está desorganizada, ruidosa o pasada de rosca. Vamos, que si dices esto es que aquello está hecho un cristo.
"Entre el jefe gritando, el ordenador colgado y el cliente cambiando todo a última hora, en la oficina hoy hemos tenido vaya una vendimia"