En Huila se usa para hablar de echarse una siesta corta después del almuerzo, esa dormidita bendita cuando el calor pega duro y el cuerpo pide tregua. No tiene nada que ver con el café en sí, es más bien una excusa elegante para tirarse un rato a la cama. Y la verdad, suena hasta tierno.
"Uy, con este solazo y ese sancocho que me metí, mejor me tumbo un cafecito un ratico y luego sí miro qué hago con la vida."