Frase tabasqueña para decir que alguien se empinó un cartón entero de chelas, o sea, treinta cervezas, o al menos lo intentó con mucho entusiasmo. Se usa cuando el compa ya anda viendo doble, hablando de más y abrazando hasta al perro. Es una forma medio exagerada pero muy gráfica, y la neta tiene su encanto borrachín.
"Ayer el Chuy llegó diciendo que nomás iba por dos chelas y acabó cantando banda con el vecino, se tragó un treinta sin darse cuenta el vato."