Se usa cuando alguien anda bien distraído, medio ido, como si el cerebro se le hubiera cambiado por una zanahoria toda rara. Es para decir que la persona no está pensando claro, se le van las cabras y no conecta una idea con la otra. Suena chistoso y medio absurdo, pero justo por eso se queda pegado en la cabeza.
"No le pidas cuentas a Jesús, hoy trae cabeza de zanahoria, se le olvidó las llaves, el lonche y hasta el nombre del perro, ya mejor ni le muevas."