Se usa para hablar de cuando te pasas el día apagando incendios chicos, puro problema chico pero constante, como si el río te tirara sorpresitas una tras otra. No es drama máximo, pero igual agota y te deja con la cabeza hecha bolsa. Es como decir que estuviste sobreviviendo al caos cotidiano con paciencia.

"Hermano, hoy en la pega fue brígido, tuve que torear pescaditos todo el día entre el jefe hincha, los clientes mañosos y el sistema que se caía cada dos por tres."

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!