Se usa cuando alguien se enfrenta de golpe a un problema, límite o realidad incómoda que no esperaba. Es como ir muy confiado y de repente darte cuenta de que no puedes avanzar, ya sea por falta de recursos, por ingenuo o porque simplemente la vida dijo hasta aquí. Y sí, suele doler tantito, aunque luego dé risa.
"El vato juraba que lo iban a ascender por guapo y puntual, pero se topó con pared cuando vio que ni en la lista de candidatos aparecía."