En Entre Ríos se usa para decir que alguien se toma un recreo con mate de por medio, casi siempre en plena jornada o después de morfar. Es ese ratito sagrado para aflojar la cabeza, chusmear un poco y patear las obligaciones unos minutos. Y la verdad, sin ese fino la tarde se hace eterna y pesadísima.
"Che loco, ya me fumé tres reuniones seguidas, cortemos un toque y vamos a tomar un fino con unos bizcochitos así no me explota la cabeza."