Se usa cuando alguien se pone en plan sapo, chismoso o soplón para sacar ventaja, quedar bien con el jefe o joder a otro. Es como ese personaje que siempre está pendiente de lo que haces para ir a contarlo y ganar puntos. No es precisamente un cumplido, más bien una advertencia con bastante veneno.
"Marico, no le cuentes nada a Luis en la oficina, que ese bicho vive tocando banquito y después sales tú regañado sin saber ni por qué."