Se usa para describir a alguien demasiado delicado, que le pone peros a todo y nunca está conforme. Es esa persona que se queja del clima, del café, del bus y hasta del color de la servilleta. En Costa Rica se suelta con cariño, pero también con ganas de que la gente se relaje un poquito y deje de joder tanto.
"Mae, dejá de ser tan tiquismiquis y comete el gallo pinto frío, que no estamos en hotel cinco estrellas ni con bufé internacional."