Se usa para decir que alguien se ha quedado totalmente rígido, sin moverse ni pestañear, ya sea por el frío, por un susto o por los nervios. La imagen es como un queso olvidado en la nevera, duro como una piedra. Es una expresión muy gráfica y, la verdad, tiene bastante gracia cuando no te toca a ti.
"Cuando vi al profe pillarme copiando, me quedé tieso como el queso, con el boli en el aire y cara de estatua de feria barata."