En Sinaloa se usa para decir que a alguien le cayó una lana fuerte de la nada, como si hubiera pegado el premio gordo sin mover un dedo. De repente el compa pasa de andar contando los pesos a traer billetes nuevos y darse lujos raros. Es de esas expresiones que huelen a chisme de barrio y a envidia sabrosa.
"Compadre, desde que tuvo un yayo el vato ya no quiere tacos de la esquina, ahora puro sushi fifi y camionetón del año, bien alzado el plebe."