En Iquitos, tener pena no es solo estar triste, es más bien sentir vergüenza, timidez o corte extremo. Es cuando te da cosa hablar, acercarte o pedir algo y te quedas todo cohibido. Es como si prefirieras enfrentarte a una nube de zancudos antes que pasar la vergüenza de abrir la boca. Y hay que admitir que es muy típico de la selva.
"Oye, deja de tener pena y ve a bailar con ella de una vez, que más pena da verte parado en la esquina como tronco de aguaje mirando al piso."