Se usa para decir que alguien es muy caradura, que no tiene vergüenza ninguna y se atreve con todo. La gracia está en compararlo con la peña de los Sanfermines, que van a tope, sin pudor y con mucha jeta. Es una forma divertida de criticar a alguien que se pasa tres pueblos, aunque a veces hasta hace gracia.

"Ese tío tiene más cara que un sanferminero, se presentó en la peña sin pagar la cuota y encima pidió kalimotxo, bocata y que le guardaran sitio en la barrera."

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