Se usa para hablar de alguien que parece imán de quilombos, como si su calamina estuviera toda picada y por ahí se le colaran todas las desgracias. Es esa persona que donde va, algo se rompe, se corta la luz o se larga la tormenta. No es que dé miedo, pero sí que te hace dudar de invitarlo muy seguido.
"Che, desde que vino el Fede al fulbito se nos lesionaron tres, se pinchó la pelota y se largó piedrazo. Ese flaco tiene una mala calamina que asusta."