Expresión muy tica para decir que alguien anda de malas pulgas, caprichoso o con un humor rarísimo sin razón clara. Es como cuando todo le molesta, hace berrinche por cualquier cosa y mejor ni hablarle mucho. Se usa tanto para gente que es así siempre como para esos días en que uno amanece cruzado sin saber por qué.
"Mae, ni le hablés a Marta, anda con el ombligo virado desde la mañana solo porque se le acabó el café chorreado y tuvo que tomarse uno instantáneo todo feo."