En Tierra del Fuego se usa para hablar de alguien tan abrigado que casi no se le ve la cara, solo capas y capas de ropa peleando contra el viento helado. Es como ir disfrazado de muñeco Michelin versión austral. No es muy fino, pero cuando sopla el frío patagónico, estar tapado es casi deporte extremo.
"Salí tan tapado que en el bondi pensaron que era turista japonés perdido en Ushuaia y el chofer me cobró como si fuera equipaje extra."
En el alegre dialecto oaxaqueño, 'tapado' no es alguien que necesita gorro en invierno, sino más bien una persona que anda un poco despistada o que no da una... se le va el avión, vaya.
"¡No seas tapado, ya eres el sexto de la fila y sigues sin darte cuenta!"