Expresión muy usada cuando ves un montón de cosas regadas, acumuladas o en un desorden brutal. Es como que te abruma la cantidad de corotos que hay por todos lados y te provoca recoger pero también reírte del desastre. Es bien falconiana y suena perfecto cuando entras a un sitio y parece depósito de abuela acumuladora.
"Abrí la puerta del cuarto de mi primo y solté: ¡Tanto coroto!, este carajito tiene más peroles tirados que un mercado de pulgas en pleno centro de Coro"