En Nariño, se dice que alguien se tamborea cuando, después de unas copitas, empieza a tambalearse y a moverse al ritmo del aguardiente.
"Julio estaba tan contento que empezó a tamborearse en la fiesta, moviéndose como si tuviera un ritmo interno de aguardiente, hasta que lo sentaron para que no siguiera 'ritmeando'."