Se usa para decir que algo ha salido fatal, un desastre total, de esos que dan vergüenza ajena y te hacen plantearte tu vida. Es como cuando pides una pizza a las tres de la mañana y llega fría, chafada y con el queso pegado a la tapa. Vamos, que si eres una pizza, has hecho el ridículo bastante fuerte.
"Tío, el examen de mates ha sido una pizza, he mezclado fórmulas, me he inventado resultados y al final he dibujado una porción en la esquina por si el profe se apiada."