Se usa para hablar de alguien que se banca el frío patagónico sin chistar, como si fuera inmune al viento helado y a las ráfagas que te dejan la cara acartonada. Es esa persona que sale casi en mangas cortas cuando el resto está temblando, y encima se ríe un poco de los que van hechos una cebolla de tanta ropa.
"Mirá a la Nati, salió a comprar facturas con ese vientazo y solo lleva una camperita finita, la loca es un gaucho al viento mientras nosotros estamos tiritando con tres buzos y bufanda"