Se usa para hablar de alguien que tiene muchísimo potencial, talento o buen fondo, pero que todavía está sin pulir, un poco desastre o bruto en las formas. Es como decir que la persona vale oro, aunque a veces la líe parda o meta la pata hasta el fondo. Y oye, tiene su encanto ver cómo va mejorando.
"Mira al Iñigo, llega tarde, tira el café por toda la barra y aún así cae bien a todo el mundo, el chaval es un diamante en bruto de manual."