Se usa para decir que vas a caerle a alguien a su casa sin avisar, así nomás, como quien llega y toca el timbre de sorpresa. Puede ser buena onda, como visita espontánea, o medio incómodo si agarras al otro en plena facha. Es muy de barrio confiado, de esos donde la gente todavía se cae sin mandar mensaje.

"Al rato le caigo a la casa del Chuy, le toco al timbre sin avisar y a ver si no lo agarro en chanclas, con la panza al aire y tragando maruchan frente a la tele."

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!