Se usa para hablar de alguien que se siente lo máximo, como si fuera la élite fina y exclusiva del lugar. No solo cree que es mejor que los demás, también se comporta con aires de superioridad bien marcados. Es como decir que se siente la última Coca-Cola del desierto, aunque nadie le haya dado ese título.
"Mira a Lupita, desde que le subieron dos pesos de sueldo anda por todo Tlaxcala creyéndose la crema y nata, como si ya fuera dueña de la plaza y del puesto de tacos."