Se usa cuando alguien se siente muy vasco, con el orgullo por las nubes y el corazón latiendo a ritmo de txalaparta. No es solo tener raíces vascas, es notar que te sale el euskera, la cuadrilla y el poteo por los poros. Vamos, que te invade una identidad vasca potente y con mucho carácter.
"Entre el marmitako de la amama, ganar el mus en el bar y cantar un par de bilbainadas, hoy me siento euskaldun que flipas."