Se dice cuando alguien se mete de lleno en el chisme, escucha con atención cada detalle y encima mete cuchara con teorías más locas que la realidad. No solo oye, también alimenta el chisme y lo disfruta como si fuera serie de streaming. Es la gente que ve drama donde otros solo ven vecinos hablando, y hay que admitir que tiene su gracia.
"En la esquina de la plaza, la tía Rosa se sienta con su refresco helado lista para seguir el chisme, y cuando se entera de algo nuevo suelta: ¡nooo, cuenta bien, no te saltes nada, pe!"