Se usa en Cantabria para hablar de un día o una situación de aburrimiento máximo, cuando no hay ni un triste plan y el tiempo pasa lentísimo. Es ese momento en el que ya has mirado el móvil mil veces, has abierto la nevera sin hambre y aún así no sabes qué hacer con tu vida. Un auténtico secolío.
"Tía, ayer fue un secolío de campeonato, ni había plan, ni había gente, ni nada, acabé dando vueltas por casa hablando con el gato del vacío existencial."