Expresión muy usada cuando decides dejar de quejarte y ponerte las pilas, tomar las riendas de lo que está pasando y seguir adelante con ánimo, aunque todo esté medio chueco. Es como decir que no te vas a dejar tumbar por la mala racha y que vas con todo. Y hay que admitir que suena bien guerrera.
"Se fue la luz, se dañó el ascensor y el agua llegó marrón, pero igual eché pa'lante y me lancé a estudiar toda la noche con calorón y velas."