Se usa cuando alguien se va a toda leche de un sitio, casi sin pensarlo, porque la cosa se puso incómoda, rara o peligrosa. Es como decir que pegó un brinco y salió disparado, impulsado por la pura desesperación. Muy útil cuando quieres dejar claro que no te quedaste ni medio segundo de más, porque no eres mártir.
"Cuando vi que el mototaxista empezó a contar que tenía tres ex esposas y todas vivían en el mismo edificio, salí corriendo como un cohete antes de que me presentara a la cuarta."