Expresión bien chaqueña para decir que alguien está de pésimo humor, cruzado con todo y que cualquier cosa le cae mal. Se usa cuando la persona anda con una cara de perro tremenda y no se banca ni un chiste. Lo del ombligo es pura exageración popular, porque supuestamente es una parte del cuerpo cero simpática y medio feucha.
"Ni le hables a la tía Marta, anda más amargo que el ombligo desde que se le quemó el asado y se cortó la luz en medio del partido."