Expresión sarcástica muy de Santander para hablar de una situación tan impredecible que sabes que puede salir todo mal y aun así te metes. Es como jugar con la paciencia de la gente brava de allá y esperar no salir chamuscado. Tiene su gracia porque mezcla humor negro con esa fama de carácter fuerte santandereano.
"Voy a llegar una hora tarde a la reunión con el jefe cascarrabias sin avisar, eso sí que es una ruleta santandereana, capaz que salgo ascendido o echado a la calle en cinco minutos"