Expresión bien santiaguina para hablar de alguien que está nervioso, ansioso o lleno de intriga, como cuando uno se muerde las uñas esperando una nota o una respuesta importante. Es como estar tan preocupado que casi te comes los dedos del puro nervio. Y hay que decirlo, suena tierna pero igual delata que estás hecho bolsa.
"Ya po, Claudio, deja de roerte la tuchita, si todavía ni suben las notas al sistema y ya estai más nervioso que cabro chico en reunión de apoderados."