Se usa cuando algo está tan delicioso que te quieres chupar hasta los dedos, nivel leyenda. Es como decir que está buenazo, sabrosazo, que no tiene pierde y te alegra el día. Muy típico para hablar de comida casera bien hecha, de esas que huelen desde la esquina y te hacen olvidar la dieta sin remordimientos.
"Hermano, ese picante de cuy de la abuela está recontra riquito, he repetido tres veces y todavía quiero raspar la olla con pan."