En Valledupar y en el Cesar se usa para hablar de cuando alguien está en plan conquista intensa, tirando labia, detalles cursis y hasta versos vallenatos para ganarse el corazón de otra persona. Es como enamorar, pero con todo el drama costeño y un toque de novela. Y hay que admitir que a veces queda hasta chistoso.
"Mira a Jairo, se cree Diomedes y se la pasa recatando a la vecina con versos chimbiados y flores robadas del jardín de la abuela."