Se usa para decir que alguien o algo es rarísimo, pero de esos raros que te dejan pensando si reírte, salir corriendo o invitarlo a una cerveza. Es como raro nivel leyenda del pueblo, medio excéntrico, medio sospechoso, pero al final terminas contándolo como anécdota porque tiene su encanto extraño.
"Muchacha, anoche llegó el compadre al velorio con medias fosforescentes y una lora en el hombro, todo serio, como si nada... ese hombre está rarucón pero mal."