Se usa para decir que alguien terminó reventado, sin fuerzas, como si lo hubieran exprimido. Puede ser después de una rumba brava, de trabajar todo el día o de un viaje eterno en bus. Es esa sensación de que el cuerpo ya no da más y solo quieres cama. Y la verdad, a todos nos ha pasado.
"Parce, después de esa rumba en la plaza y de bailar hasta el amanecer, Daniel quedó como un trapo y se quedó dormido en el sofá con la chaqueta puesta y un zapato a medio quitar."