En Córdoba se usa para quejarse de algo muy malo, sucio o de calidad pésima, como comida chota, un plan re pobre o un regalo miserable. También se tira para bardear a alguien tacaño que no afloja una moneda ni de casualidad. Es medio quejoso pero gracioso, típico comentario cordobés con tonito indignado y humor a la vez.
"Fuimos al boliche, pagamos una banda de guita y el DJ puso puro reguetón viejo, luces rotas y el trago aguado, qué roña todo, loco, ni ganas de volver."