Se usa para señalar a alguien que está re caliente, haciendo berrinche o quejándose por todo, como si viviera enojado con el mundo. Es muy cordobesa para bardear con cariño al que arma drama por cualquier cosa. A veces se dice medio en chiste, pero también puede ser un palito cuando ya cansa tanta mala onda.
"Mario no consiguió asiento en el bondi y venía pateando el piso, puteando al chofer y a medio mundo. ¡Qué rabioso el culiao, parecía que le habían robado el asado!"