Frase bien moqueguana para decir que alguien está en la luna, desentendido o que no se ha enterado de nada de lo que pasa a su alrededor. Se asocia al olor fuerte y particular del pacay, como diciendo que la persona está en otra nota. Es una forma graciosa de remarcar que alguien está más perdido que cuy en tómbola.
"En plena reunión todos hablando del informe y el Juanito preguntando qué cosa era, todo el mundo se mató de risa porque el pata sí que huele a pacay, ni enterado estaba de la chamba."