Se usa en Cusco cuando alguien está en modo ultra relajado, medio tirado, con una flojera deliciosa después de comer o de un día largo. Es como decir que estás en un estado de pereza total, sin ganas de moverte ni para cambiar de canal. Y la verdad, a veces ese estado es gloria pura.
"Hermano, después de ese chicharrón con su chicha heladita, qué estado, compadre, ya no me muevo ni para ir a la plaza de armas."