Se usa cuando alguien hace o dice algo bien ridículo solo para llamar la atención, como que se pone intensito sin que venga al caso. Es esa persona que se pasa de lanza con el show y termina dando pena ajena. La expresión tiene su gracia porque retrata perfecto al que arma circo nomás por figurar.
"No manches, ayer Juan dio el gramo en la peda al subirse a la mesa a cantar Las Mañanitas a todo pulmón, y ni era su cumpleaños ni nada, todos con cara de qué oso."