Se usa para decir que alguien es muy gracioso, que tiene una chispa brutal para contar chistes o anécdotas y hace reír a todo el mundo. Es como decir que la persona es el alma de la reunión, que tiene buena vibra y levanta el ambiente sin esfuerzo. Y la verdad, da gusto tener una buena hoja en el grupo.
"En la peña todos estábamos medio aburridos, pero llegó la Carla con sus historias del cole, nos hizo llorar de risa y todos decían a coro: ¡Qué buena hoja eres, causa, nunca cambies!"