Se usa cuando algo que pintaba fome o medio dramático termina siendo mucho mejor de lo esperado, casi como una oferta inesperada de la vida. También puede hablar de un chisme jugoso que baja la tensión con risas y cahuín rico. Es bien de la calle y suena a comentario entre amigos tomando once.
"Loco, la junta iba a ser puro drama con la ex y terminó en carrete épico con piscola y karaoke. ¡Qué buen rebajón, hasta salí con pega nueva!"