Se usa cuando alguien presume de lo que hizo y se alaba a sí mismo como si fuera el héroe de la película. Es como echarse flores, pero con más show y menos humildad. En La Guajira suena mucho cuando alguien exagera cualquier logro mínimo, y hay que admitir que a veces hace gracia verlo tan embalado.
"Mira a Rafa echando la medalla porque ganó una mano de dominó en la plaza, si hasta el abuelo le dejó jugar suave pa’ que no llorara"