Frase usada para cortar en seco una conversación o discusión que ya se fue de largo. Cuando alguien suelta punto final está diciendo que ya no hay nada más que hablar, que la decisión está tomada y el resto a callar nomás. Suena medio mandón, pero a veces salva de seguir perdiendo tiempo en peleítas tontas.
"Estábamos una hora peleando por quién lavaba los platos y mi vieja se hartó: Punto final, carajo, lavan los dos o se quedan sin cenar"