Versión recortada y bien relajada de pues, muy típica en el habla cotidiana. Se usa para arrancar una respuesta, dar tiempo para pensar o meterle sabor a lo que vas a decir. Suena cercano, de compas, y a veces hasta ayuda a suavizar una negativa. La neta, si no dices pos de vez en cuando, pareces robot.
"¿Vas a ir al jale hoy o te vas a hacer pato otra vez? — Pos claro, si no quién paga las caguamas del viernes, menso."