Se usa cuando alguien insiste de forma terca y cabezona, sin aflojar ni aunque todo el mundo le diga que está pifiando. La imagen del ñandú con zapatillas es como decir que es tan duro y poco flexible que ni con ayuda se acomoda. Es una forma bien norteña de reírse del porfiado, pero con cariño y un poco de sorna.
"Dejá de porfiar como ñandú con zapatillas, chango, que por más que mires el horno la torta no se va a cocinar más rápido ni aunque le recés a todos los santos del cerro"