En Chubut se usa para decir que te vas a clavar una siesta épica, de esas tan profundas que te dejan la marca de la almohada en la cara. Es como desconectarte del mundo un rato largo y volver medio rebotado pero feliz. Ideal después de comer como animal o cuando estás hecho bolsa.
"Amigo, después de ese asado con vino y postre triple, me voy a poner las chapas un rato porque si no me duermo arriba de la mesa como un pingüino desmayado."